El conflicto se intensifica y alarma a la comunidad internacional
La tensión en Medio Oriente alcanzó niveles críticos tras el reciente ataque de Israel contra instalaciones militares iraníes, incluidos supuestos centros de enriquecimiento nuclear. El saldo preliminar es de más de 220 muertos en Irán y al menos 24 en Israel tras la posterior respuesta del gobierno iraní con una serie de misiles y drones lanzados sobre territorio israelí.
Aunque la mayoría de los proyectiles fueron interceptados por el sistema “Cúpula de Hierro”, el bombardeo causó alarma en Tel Aviv, donde sonaron sirenas de emergencia durante toda la noche. Estados Unidos, aliado estratégico de Israel, anunció el envío de portaaviones y aeronaves al Mediterráneo oriental y convocó a consultas urgentes con sus socios de la OTAN.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebró una sesión de emergencia, en la que se exhortó a ambas naciones a cesar inmediatamente las hostilidades. Líderes del G7 también han pedido moderación y la reactivación de las negociaciones nucleares con Irán, suspendidas desde 2023.
Analistas advierten que una escalada mayor podría derivar en una guerra regional con consecuencias devastadoras para la seguridad energética global y la estabilidad diplomática. La sociedad civil, tanto en Irán como en Israel, ha salido a manifestarse en contra del conflicto.